lunes, 2 de febrero de 2009

Llueve...



-No me esperaste...decía él mientras ella miraba la lluvia deslizarse por la ventana y trataba de no pensar en otra cosa mas que en la infinita presencia de la persona que la tenia en sus brazos.
-¿No vas a tener cargo de conciencia?, pregunto ella.
- Si, pero no importa. No te imaginas todo el tiempo que estuve esperando este momento. Que siga lloviendo y se empañen los vidrios, decía mientras la besaba con los labios más dulces que había probado.
-¿Cuantas veces te dijeron que besas muy bien?
- No me gusta hablar de las mujeres.
- Pero alguna vez te lo habrán dicho, volvió a interrogar ella mientras se perdía en esos ojos verdes.
- Alguna vez si, le contesto él y rieron juntos.
- ¿Te dijeron que hablas mucho?
-Muchas veces… contesto ella.
-Después seguimos hablando…
El la abrazaba como si quisiera estar seguro que no era un sueño, a ella le encantaban sus besos mientras sentía las manos que le recorrían la espalda, él quería que ese momento no tuviera final, deseaba quedarse con ella mucho mas tiempo.
Sabía que la iba a volver a ver, quería encontrarla nuevamente y se lo hizo saber.
-Es el destino.
Ella rió.
- ¿Destino? Dijo poniéndose nerviosa al darse cuenta que el no quería que fuera la única vez que estuvieran juntos, pero ella no le iba a demostrar que sentía lo mismo. No pretendía ilusionarse.
Pero tampoco quería que el tiempo terminara, aunque sabia que no quedaba mucho.
-Ya se empañaron los vidrios, susurro ella mientras las manos de él caminaban por su cintura.
- Me gustaría llenarte de besos, sos hermosa.
Ella sonrío, el era muy dulce.
- Pero ya es tarde, vamos antes que suene el teléfono y se enoje porque no llegue a buscarla, dijo él mientras miraba la hora.
- Te llevo hasta tu casa, no quiero que te pase nada en el camino.
- Yo no quiero que tengas problemas si te ven conmigo, respondió ella.
- No importa, te acompaño, no voy a dejar que te vayas sola.
Así ella regreso, se besaron al despedirse y él la miro tiernamente…
- Soña conmigo… dijo. Cuidate de la lluvia. Y siguió, tenia que buscar a alguien que lo esperaba.
Y mientras el resto de la gente se daba cuenta la mañana siguiente de la lluvia, ella volvía feliz porque se había mojado con esa lluvia y tenia la certeza que lo volvería a ver.

2 comentarios:

  1. Un día de lluvia excelente sin ninguna duda.
    Felicitaciones por el trabajo!
    Y saludos

    ResponderEliminar